¿Café descafeinado o café con cafeína?
Esta pregunta es muy fácil de resolver para cada persona, siempre y cuando haya probado ambas formas de tomar su taza de café. Cómo responde nuestro cuerpo a una dosis de cafeína, determina en gran medida, qué nos viene mejor.
Los síntomas que vamos apreciando cuando entramos en contacto con nuestro delicioso café pueden ser:
- Sentimientos de euforia
- Alerta extrema
- Sentimientos positivos
- Mayor motivación
- Aumento de energía
Si consumimos la misma cantidad de cafeína al día siguiente, obtendremos un menor grado de esos efectos que buscamos en la sustancia. A medida que una persona continúa consumiendo la misma dosis de forma habitual, los efectos pueden reducirse bastante, hasta desarrollar lo que comúnmente se denomina como tolerancia a la cafeína.
Y para los que hayan comprobado que son intolerantes a la cafeína, pueden optar por nuestra rica variante en café descafeinado. La intolerancia se produce cuando se toman bebidas que contienen cafeína, sufriendo después síntomas como insomnio, dolor de cabeza, malestar digestivo, palpitaciones o nerviosismo.
Hay personas que pese a su tolerancia a la cafeína, prefieren no tomarla a partir de una hora determinada del día para que no les afecte a las horas de sueño.